La naturaleza ha inspirado la creación de diversas obras artísticas en el transcurso de la historia del arte. Muchos han intentado copiarla, otros tantos representarla y unos últimos interpretarla. En este último tópico se encuentra Belen Sammartino, joven pintora que elige renunciar a la invasión de las modas y rescatar eso que hoy en día parece estar olvidado: “el oficio de la pintura”.
Elegir el oficio por sobre las modas, implica una decisión ideológica, implica tener el coraje de enfrentarse a la tela en blanco, implica sorprenderse ante lo que aparezca en el proceso de la pintura.
Sus motivos están relacionados con el contraste que existe entre lo natural y lo que ha creado la mano del hombre.
En sus telas demuestra una gran libertad en el momento de la utilización del color y una amplia variedad en la implementación de los ritmos. Ella, como algunos de los grandes maestros de la pintura, decide interpretar la naturaleza en vez de reproducirla tal cual es, porque lo que prioriza en cada una de sus obras son los elementos plásticos por sobre la realidad, porque lo que demuestra con sus paletas cromáticas, pinceladas y espatulazos es que aunque intente representar lo que vemos, su expresión lo transformará.
Buenos Aires, agosto 2014.
Texto: Esteban Pablo Videla.